El ambiente del rancho es acogedor y rústico, con un diseño que evoca la tradición chilena. Al llegar, se puede sentir una atmósfera familiar, ideal para compartir con amigos o en familia. Los comensales son recibidos por un personal amable y atento, que se esfuerza por brindar un servicio de calidad.
El horario de atención es de martes a domingo, desde las 10:30 hasta las 18:30 horas. Es importante tener en cuenta que los lunes el local permanece cerrado. El número de contacto, +56 9 5957 3852, está disponible para realizar reservas o hacer consultas.
La carta de Rancho Doña María destaca por ofrecer una variedad de platos típicos chilenos. Entre ellos, se pueden encontrar empanadas, asados y otras delicias que resaltan el sabor local. Las porciones son generosas, lo que asegura que los clientes salgan satisfechos.
Además, el lugar cuenta con un espacio al aire libre, perfecto para disfrutar de un buen día. Los clientes aprecian especialmente la tranquilidad del entorno, alejado del bullicio de la ciudad.
En resumen, Rancho Doña María se presenta como un destino perfecto para quienes buscan una experiencia gastronómica auténtica en un ambiente cómodo y natural. Su combinación de buena comida y un entorno agradable lo convierte en un lugar altamente recomendable.
CÓMO LLEGAR AHORA
LLAMAR: +56 9 5957 3852
Dirección: Sta. Teresa 294, Autop. los Libertadores Km 42, Casas de Chacabuco, Colina, Región Metropolitana, Чилі
Horario de Rancho Doña Maria
понеділок:Зачиненовівторок:10:30-18:30середа:10:30-18:30четвер:10:30-18:30пʼятниця:10:30-18:30субота:10:30-18:30неділя:10:30-18:30
Opiniones de Rancho Doña Maria
Rancho Doña Maria es un lugar que se ha popularizado en la escena culinaria chilena, siendo catalogado como una picada que ofrece comida típica del país. Con una valoración media de 4.3 sobre 5, muchos han llegado atraídos por la promesa de disfrutar de platos contundentes y sabrosos, como empanadas y otras especialidades chilenas. Sin embargo, mi experiencia fue un poco decepcionante y me dejó con sentimientos encontrados.
Al llegar, me llamó la atención la amabilidad del personal. Las empanadas, mencionadas con entusiasmo en varias reseñas, fueron uno de los primeros platos que decidí probar. Si bien el sabor era bueno y dejé el plato limpio, otros aspectos ofuscaban mi disfrute. La carta que revisamos al entrar solo incluía dos opciones de platos, lo que me llevó a preguntarme si realmente estaba disfrutando de la variedad que prometían. En cuanto al tamaño de las porciones, estas no eran tan contundentes como había leído; más bien, parecían simples platos del hogar.
El tema del precio fue, sin duda, lo más frustrante de la experiencia. Nos encontramos con un sistema de precios que difiere entre días de semana y fines de semana. Esto no fue claro hasta el momento de la cuenta, donde el total se volvió una sorpresa nada grata. A pesar de que se promocionaba un «menú económico», terminamos pagando de más por platos comunes y corrientes. El costo medio por persona se elevó sin justificación, lo que me hizo sentir como si nos hubieran tomado el pelo.
En cuanto al ambiente, Rancho Doña Maria tiene su encanto. El lugar cuenta con una decoración rústica que refleja la identidad chilena y un espacio acogedor. Sin embargo, la experiencia general se empañó por la falta de claridad en la carta y los elevados precios. Me fui sintiendo un poco decepcionado, ya que esperaba algo más acorde a lo que habían prometido. En resumen, la comida puede ser buena, pero la experiencia quedó opacada por la sensación de haber sido engañado. No puedo recomendarlo con la misma confianza que otros.
